Agentes de la Guardia Civil investigan a dos personas del municipio de Roquetas de Mar por su supuesta participación en la estafa a un vecino de Badajoz (Extremadura) mediante el método del 'hijor en apuros'. 

La operación dio inicio en agosto de 2023, cuando el Equipo @ de la Guardia Civil de Badajoz recibió la denuncia de un vecino de la capital pacense, en la que señalaba que los ahora investigados se habían comunicado con el mediante Whatsapp haciéndose pasar por su hija, solicitándole dinero con un urgencia ante "una compra de necesidad", por lo que accedió a hacer varias transferencias bancarias hasta alcanzar un total de 5.230 euros. 

Durante la investigación los agentes comprobaron el seguimiento de las transferencias bancarias, pudiendo dar con las cuentas destinatarias y averiguando sus titulares. Fueron tres cuentas distintas, y constataron que sus titulares supuestamente las prestaban para ser utilizadas de forma fraudulenta. 

Con la colaboración de la Guardia Civil de Roquetas de Mar consiguieron identificar a dos vecinos que hicieron uso de la tarjeta bancaria del titular de una de ellas. Usando dos cajeros automáticos distintos lograron hacerse con más de la mitad del botín, 3.230. El resto del dinero fue transferido a otras dos cuentas cutos titulares residen en Blanes (Gerona) y Barcelona, recibiendo cada una 1.000 euros. Los agentes lograron bloquear y recuperar parte del dinero estafado. 

Con todas estas pruebas, a principios de la semana pasada los cinco supuestos autores de la estafa pasaron a diligencias. 

El 'hijo en apuros'

La estafa del 'hijo en apuros' es un tipo de fraude que explota la confianza de las víctimas, a la que manipulan para conseguir dinero. Primero, estudian el perfil de las potenciales personas perjudicadas, con el factor común de tener un hijo emancipado, estudiando fuera o de viaje. A continuación, contactan con su persona objetivo por una conocida aplicación de mensajería móvil, haciéndose pasar por su hijo o hija. Para justificar el número de teléfono desde el que contactan no es el habitual, apelan a que tienen un problema con su teléfono.

Las conversaciones empiezan con un saludo personal, creando una conexión emocional instantánea tras la que trasladan la urgencia con mensajes de desesperación con el que provocan la reacción de protección de los padres. 

Captada la atención y establecida la confianza, les relatan que se encuentran en un problema sobrevenido que deben resolver inmediatamente y para lo que necesitan un pago en ese mismo momento pero no pueden acceder a su cuenta bancaria. Por este motivo, necesitan que la víctima realice una transferencia urgente al número de cuenta que los falsos hijos les facilitan. Es tal el poder de convicción de los estafadores que en la mayoría de ocasiones consiguen que el perjudicado les realice transferencias continuas de grandes cantidades de dinero.