La
Sociedad para el Estudio y la Recuperación de la Biodiversidad Almeriense
(Serbal) ha registrado en vídeo la anidación de una pareja de cernícalos
comunes en una jardinera de la novena planta de un edificio del núcleo
roquetero de Aguadulce, incluyendo la incubación de sus huevos.
Como explican desde la asociación ecologista, fueron
a parar a la vivienda de una persona “altamente sensibilizada”, que además “nos
ha permitido instalar una cámara para estudiarlos de forma continua sin
molestarlos”.Según cuentan, los cernícalos comunes comenzaron a nidificar en el
núcleo urbano a finales de los años 90 del siglo pasado y actualmente son ya
unas 15 parejas las que hay instaladas en diferentes ubicaciones.
Como explica a D-CERCA Emilio González, presidente
de la asociación, el cernícalo común ya es habitual en muchas ciudades
españolas, como Aguadulce. “Son rapaces rupícolas, es decir, que anidan en
cortados de montaña”, cuenta, “y para ellas los edificios son lo mismo”. Su
éxito se basa en su gran capacidad de adaptación al entorno, “y ha encontrado
en las ciudades un recurso en el que refugiarse de su competencia, sus
depredadores, y en el que abundan las presas”, que van desde pequeños insectos
hasta de otras aves, pasando por reptiles y roedores.
Cómo actuar
El
cernícalo común no solo se encuentra presente en Aguadulce, sino que puede
hallarse a lo largo de todo el Poniente almeriense. “En El Ejido ya cría en
varias torres” declara González, “y lo hemos visto en muchas naves agrícolas de
la comarca y en prácticamente todos los pueblos”.
En caso de encontrar uno de
sus nidos, el presidente de Serbal recuerda que todas las especies silvestres
están protegidas durante su reproducción, y que la mejor opción es “dejarlos
tranquilos”. Aunque también puede ocurrir que construyan su nido en algún lugar
en el que pueda ocasionar molestias, en cuyo caso recomienda “no hacer las
cosas por cuenta propia” y llamar al teléfono de Emergencias 112, “desde donde
se pondrán en contactos con las autoridades medioambientales pertinentes”.
Biodiversidad
La
fauna urbana ornitológica de Aguadulce ofrece una rica variedad que, además del
ya nombrado cernícalo común, también acoge a especies como el martinete, una
bella especie de garza que desde 2015 cuenta con una colonia en el municipio,
una de las pocas urbanas que hay en España, “puede que la única”, apunta
González.
Una gran sorpresa para este ecologista ha sido la
aparición del cárabo común, “algo que hace 20 años creíamos imposible” una
especie de búho que habita normalmente en bosques y puede alcanzar una
envergadura superior al metro. También puede encontrase el autillo, otra rapaz
nocturna de menor tamaño.
Francisco Lirola