Cada
vez queda más claro que el perfil del autónomo de la agricultura prefiere las
políticas de centro derecha que ofrece esta formación política y de ahí ese tsunami
de votos que han ido a parar al cesto del PP en la convocatoria de las
Elecciones Europeas celebradas el pasado fin de semana.
La
explicación es complicada, pero es evidente que la gran masa social de estos
municipios tiene como objetivo final el poseer una explotación agrícola o bien
crear una empresa de servicios para el sector agrario y muy posiblemente por
ello los empleados y trabajadores por cuenta ajena no se hacen notar tanto en
unos comicios como los celebrados el pasado fin de semana. El objetivo es ser
autónomo y no trabajador por cuenta ajena, al menos en el primer sector de la
economía del Poniente almeriense. Es cierto que hay muchos trabajadores
vinculados al manipulado, una buena parte de ellos son familiares de quienes
son los verdaderos propietarios de esos centros de elaboración de productos:
los socios agricultores dueños de las explotaciones que producen esos productos
hortícolas. Parece como si todo el mundo viera como idea política principal
aquella que defiende los intereses del pequeño empresario.
No
cala demasiado en estos municipios esa idea de acogimiento total de todos los
inmigrantes que lleguen a la costa por la imperiosa urgencia de necesitar ayuda
sea como sea y al precio que sea. Tampoco convencen esas políticas encaminadas
a trabajar 4 días por semana. En esta parte del país con solo cuatro días
laborales no se puede hacer el trabajo necesario para sacar adelante toda la
tarea que impone un sector agrario como el que tenemos.
A los
habitantes del Poniente les gusta la seguridad, el trabajo, siguen valorando
conceptos como la honradez, el esfuerzo, y otros muchos valores que hoy no se
contemplan como prioritarios en los idearios de algunas formaciones políticas
de izquierdas que además son sustituidos por otras preferencias consideradas
más banales por parte de la ciudadanía.
A todo
esto hay que añadir un sentir general de rechazo hacia esas otras políticas que
premian a aquellos que mantienen en el poder a un presidente socialista y
castigan a quienes no comulgan con tales exigencias. El rechazo en contra del
favoritismo de la izquierda gobernante por catalanes y vascos también se
muestra de una forma genérica tras el recuento de las papeletas usadas por los
ciudadanos del Poniente el pasado domingo.
Finalmente
indicar que todos aquellos votos que no recoge el PP de la derecha caen en
manos de VOX que en todos los municipios figura en segundo o tercer lugar y en
algunos casos con una presencia más que notable.
Finalmente
indicar que resulta especialmente significativo que tendencias políticas que
debían de dar signos de debilitamiento y cansancio por el tiempo que llevan en
el poder, están dando muestras no solo de supervivencia, si no que están
incrementando su afianzamiento en una sociedad trabajadora, emprendedora y
alejada de esas extrañas políticas de “chiringuito” que no están conduciendo a
nada concreto y tal como surgieron van camino de desaparecer.
José Antonio Gutiérrez