La
Comisaría de Policía Nacional de El Ejido necesita la incorporación de, al
menos, un centenar de agentes para frenar la escalada de la criminalidad en el
municipio.
Es una de la conclusiones extraídas del informe ‘Abordando
medidas policiales para el control del crecimiento de la delincuencia en
Almería’, elaborado por el comité provincial del Sindicato Unificado de Policía
(SUP).
Según señala la organización, la localidad no cumple
con el ratio recomendado de agentes por habitantes, ya que actualmente dispone
de un policía por cada 558,26 ejidenses, cuando lo aconsejado es de un efectivo
por cada 300 o 400 vecinos. “El municipio de El Ejido requiere de una inyección
de personal urgente”, señala el SUP, “esto supone ampliar la plantilla en, al
menos, 90 agentes” que se deberían sumar a los 180 que por catálogo le
corresponden, de los que faltan por cubrir diez plazas.
Y podría ser mayor, ya que, como apunta el informe,
los datos demográficos disponibles no recogen a la población no censada en la
provincia de Almería, que de acuerdo a diversos estudios de instituciones,
medios y ONGs podrían ser entre 10.000 y 30.000 personas. Lo mismo ocurre con
el incremento poblacional durante los meses de verano por la llegada de turistas,
cifrado en torno a los 140.000, lo que supone un 20% de la población total.
“Las provisiones de puestos de trabajo propuesta por
el Ministerio del Interior no tiene en cuenta las dinámicas poblacionales de
Almería ni la inmigración irregular”, explican desde el SUP, “sin atender a
esas variables la plantilla no puede abordar las necesidades de la ciudadanía”.
Más hurtos y delitos sexuales
El
principal perjuicio que sufren los ejidenses es el aumento de la criminalidad
en el municipio en los último años, algo que avalan las cifras analizadas por
el SUP a partir de los datos extraídos del Balance Criminalidad de la
Secretaría del Estado de Seguridad.
Así, el informe del sindicato refleja una subida del
16,7% de la criminal convencional en El Ejido, pasando de 3.254 casos en 2.022
a 3.798 el año pasado.
Entre las cifras más alarmantes se encuentran las
referentes a los delitos contra la libertad sexual, que de 2.018 a 2.023
crecieron un 46,43%, un número que asciende descomunalmente hasta el 333,33% en
los casos que incluyeron penetración, que el año pasado fueron un total de 13,
su punto más alto del periodo analizado, un número “alejado del suelo criminal
de una sociedad moderna”, a juicio de la organización.
Si bien también aumentaron los asesinatos y
tentativas de homicidio en El Ejido, estos no superan los cinco casos. Cifras
más relevantes alcanzan los crímenes relacionados con lesiones y riñas, que
alcanzan los 95 casos, más de un 69% respecto a 2.018, aunque su pico llegó en
2.022, cuando llegaron al centenar. Para el SUP esto es “un reflejo de la
violencia generalizada en la sociedad”.
En cuanto a robos y hurtos, los primeros han caído
14% en los casos en los que hubo violencia e intimidación, y un 30% los robos
con fuerza, a pesar de que llegaron a 227 en 2.023.
No ocurre lo mismo con las denuncias por hurto, que
mientras en el resto de la provincia bajan más de un 26%, en El Ejido han
crecido un 3,11%, con 796 casos el año pasado, su pico en el periodo estudiado
por el sindicato. El mismo camino siguen los robos de vehículos, que han
aumentado un 15% desde 2018, con 46 denuncias el año pasado.
Ciberdelincuencia
Desde
el SUP explican este descenso, a nivel provincial, de denuncias por robos y
hurtos se debe al auge de la ciberdelincuencia.
Durante 2.023 se registraron en El Ejido un total de
413 estafas informáticas y 48 relacionadas a estas nuevas modalidades, lo que
supone, respectivamente, un aumento del 19,7% y del 45’5%.
Como se explica en el informe, este tipo de
criminalidad garantiza un mayor anonimato para el cliente y penas más laxas
para los que llegan a esclarecerse.
“El incremento sostenido de todas las modalidades de
ciberdelincuencia es espectacular y habla de un cambio consagrado en las
prácticas delictuales”, trasladan desde el SUP, y concretan que “en la
actualidad, las plantillas policiales no tienen capacidad para atender a la
mayoría de las denuncias relacionadas con delitos tecnológicos y deben de
realizar un triaje desatendiendo parte de las denuncias”. Ponen de ejemplo de
esto la Comisaría Provincial de Almería, donde solo ocho agentes deben
investigar los 1.603 hechos de los que tienen constancia, lo que supone 200
casos por agente al año. “Teniendo en cuenta que cada investigación tecnológica
requiere una media de 10 días en resolverse (...) cada agente tardaría 2.000
días en tramitar las denuncias de las que se hace cargo en un año”.
Narcotráfico
Según
revela el informe, la criminalidad en la provincia de Almería creció un 11,5%
entre 2018 y 2023, “muy por encima de los índices nacionales”, que rondan un
3,2%. Y el sindicato advierte, “en lo que va de año esta distancia es todavía
mayor y no se está produciendo ningún cambio que presuma que la tendencia se
vaya a invertir”.
Para el SUP, el origen de buena parte de esta
delincuencia está en el tráfico de drogas, que aunque a nivel provincial ha
decaído un 2%, en El Ejido ha ascendido hasta un 66% y en Almería capital un 64,41%.
Sin embargo, a juicio de este estudio, estas cifras
son “intrascendentes”, ya que dependen del trabajo de los grupos de
Estupefacientes, que actualmente sufren una ocupación del 100%. “Cuando
terminan una operación empiezan otra”, explican, “y el número anual de casos
solo depende de lo que se hayan extendido en el tiempo las operaciones”.
Cabe señalar que, en el los últimos años, estos
grupos no solo cargan las narcolanchas con estupefacientes, sino que lo
combinan con el tráfico de armas y el de seres humanos, además de
complementarlo con actividades accesorias a estas, como el ‘petaqueo’, que ha
hecho especialmente daño en la sociedad del Poniente almeriense, yendo desde
accidentes como la explosión de una embarcación en Almerimar a la desparición
en alta mar de varios jóvenes de Balerma entre 2023 y este año.
De acuerdo al sindicato, “la implantación en la
región de mafias que antaño operaban en el Campo de Gibraltar” no está teniendo
una respuesta en cuanto a un aumento de medios para combatir con efectividad
estas prácticas criminales que pueden ser causa directa de otros delitos, como
homicidios, lesiones o amenazas. “El mero hecho de que estos delincuentes
busquen la provincia de Almería para desarrollar su actividad habla por sí solo
de la falta de recursos policiales en la zona”, trasladan desde la
organización.
Teniendo en cuenta estos datos, desde el SUP
proponen la creación de un tercer Grupo de Estupefacientes en la Comisaría
Provincial.
Medidas urgentes
Ante
las problemáticas expuestas por el estudio, desde el Sindicato Unificado de
Policía proponen una batería de medidas concretas para enfrentarlas.
Destaca, en concreto para El Ejido, el aumento del
catálogo en las plantillas, que en el caso de Almería capital llega a los 200
efectivos. También la ampliación de medios tecnológicos que para responder a
los que manejan los criminales, como dotar al cuerpo de una flota propia de
drones o implementar sistemas de videovigilancia para aumentar la supervisión
en las costas y zonas conflictivas.
En el informe también se habla
de la creación de pequeñas estaciones policiales en aquellas áreas con mayor
concentración de delincuencia para la atención de variables policiales en
materia de violencia de género, para lo que sugieren la apertura de “oficinas
de atención a la mujer víctima de malos tratos en los con más concentración de
migración irregular.
El sindicato también plantea
que la Delegación de Participación Ciudadana diseñe un programa de charlas
sobre violencia machista dirigido a centros con un alto porcentaje de alumnos
foráneos.
Las Norias, futura zona 'no go'
A raíz de los atentados yihadistas de 2014 y 2015 en París, volvió a resurgir un término acuñado a mediados del siglo XX para referirse a las áreas donde los funcionarios públicos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad padecen especiales dificultades para llevar a cabo su trabajo con efectividad, las llamadas zona ‘no go’. Así se empezaron a catalogar barrios como el de Mulenbeck en Bruselas (donde se refugiaron los terroristas tras el ataque a la sala Bataclan) o a los suburbios de París. Para el SUP, Las Norias es un serio candidato a convertirse una de estas zonas ‘no go’, junto a los barrios almerienses del Puche y Pescadería o las localidades de Campohermoso y San Isidro en Níjar. El núcleo ejidense es un protagonista habitual de los operativos de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que el pasado verano actuó en el barrio para desmantelar una red de tráfico de drogas, incautando más de 180 kilos de hachís ocultos entre pimientos. Desde el sindicato pronostican que la tensión provocada por la presión migratoria podría acabar derivando en actos como los ocurridos en El Ejido en el año 2.000. “Para evitar que esto vuelva a suceder”, sugiere la organización, “se requiere un reajuste en cuanto a la política policial”.
Francisco Lirola