Los
móviles echaban fuego pasando el contenido de una información en la que el presidente
Antonio Ruiz informaba de su intención de hacer las primeras pruebas de
manipulado el 27 de noviembre próximo, en la nueva nave. Inmediatamente
emisoras de radio, internet y otros medios de comunicación han hecho correr la
noticia y muchos han llamado incluso a MABE para confirmar que eso es así.
Hace
seis meses, aquel fatídico 27 de mayo a eso de las 20:15 horas, el Poniente
almeriense se estremeció sobrecogido por la humareda negra ubicada junto a la
carretera de Las Norias. Yo fui uno de los que dudaron de la continuidad de
esta empresa. Cuando desde el solar de enfrente me dispuse a ver como las
llamas devoraban las impresionantes naves que la entidad agrícola había
construido solo cinco años antes, se confirmó mi pensamiento y pensé que nos
habíamos quedado sin una empresa exportadora que estaba siendo el emblema de la
comercialización hortofrutícola de la provincia de Almería en ese momento.
Pude
observar a Antonio Ruiz desde lejos y nadie podía imaginar que seguramente fue
el único que no pensó en liquidar MABE a pesar del dantesco espectáculo que
estábamos viendo los allí presentes.
Posteriormente,
tuve la ocasión de entrevistar al presidente y volvió a dejarme sorprendido
cuando me dijo que para mediados de noviembre quería tener la nueva nave
levantada. No hice ningún tipo de comentario por respeto a Antonio Ruiz y
simplemente admití la propuesta sin decir nada.
He de
reconocer que este hombre está hecho de una materia diferente. En esa imagen de
simpleza y humildad se encierra una enorme capacidad resolutiva y un empuje
capaz de mover montañas. Su ánimo no tiene límite aunque admite que en su casa
unos días está más animado y otros incluso llega a llorar. “Piquito” como todos
le llaman, apodo que luce con orgullo, ha demostrado otra vez más que es
indestructible, que tiene una capacidad a prueba de bombas, que el carácter lo
tiene curtido a fuego y que cuando habla hay que prestarle atención porque lo
que dice lo cumple.
Es la
tercera vez que el presidente hace frente a lo imposible y ha salido airoso del
envite. La primera vez tuvo que sacar adelante a MABE que la heredó en una
situación económica muy delicada. La segunda vez fue la gran inversión en las
instalaciones que hizo la empresa en los solares actuales junto a la carretera
de Las Norias, algunos pensaron que era un objetivo arriesgado, pero luego se
demostró que era un proyecto preciso y necesario. Y ahora la gran prueba tras el incendio de
mayo que ha sido un reto increíble y casi imposible. Crear en cinco meses lo
que se debe hacer en dos o tres años tiene mucho mérito y difícil explicación.
Este
lunes, tras hablar con él, le pregunté si podíamos considerar que el objetivo
estaba cumplido y con la voz entrecortada y emocionado respondió un “Sí” que
sonó a gloria celestial e incluso me hizo olvidar la violenta imagen del fuego
quemando la antigua nave.
¡Felicidades
Antonio! ¡Y gracias por ese ánimo deportivo único!
José Antonio Gutiérrez