Tras la celebración de la eucaristía, el pueblo se ha preparado para recibir a la Virgen, en un ambiente de recogimiento y alegría, mientras se ultimaban los preparativos para la salida de la imagen. Los fieles se han congregado en la iglesia para rendir homenaje a la Virgen Inmaculada, cuya devoción es uno de los pilares más queridos en la tradición religiosa de Dalías.
La imagen, cargada de historia y significado para los habitantes de la localidad, ha sido transportada por un grupo de mujeres, las costaleras, quienes han seguido la tradición de portar a la Virgen a hombros, herederas de las “Hijas de María”. Con gran respeto y destreza, estas mujeres han llevado en andas a la imagen por las calles, en un recorrido que ha emocionado a todos los presentes.
Además, la procesión, presidida por el párroco Raúl del Águila, ha contado con la presencia de un grupo de niños y niñas de catequesis, quienes, con unos globos celestes, han acompañado a la Virgen como parte de su formación religiosa. Para ellos, esta procesión ha sido una experiencia única que refuerza su fe y conexión con la comunidad.
A lo largo del recorrido, vecinos y devotos se han sumado al cortejo, mostrando su cariño y devoción por la Virgen Inmaculada, mientras cantaban y rezaban al unísono. La procesión ha sido un momento de unión para el pueblo de Dalías, que ha demostrado, una vez más, el profundo amor y respeto que sienten por la Virgen.
El paso de la Inmaculada por las principales calles de Dalías ha sido un espectáculo lleno de belleza, fe y tradición que finalizaba con la Imagen de nuevo en el templo, en un ambiente de recogimiento y fervor.
“La procesión de la Virgen Inmaculada no solo es un acto religioso, sino una manifestación de la identidad y el espíritu de Dalías, un pueblo que sigue cultivando sus tradiciones más profundas con orgullo y devoción”, manifestaba el alcalde Francisco Lirola a su finalización.