El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a un hombre, mayor de edad, por tratar de dar un beso en los labios a una niña de doce años, N., en el portal del edificio en el que ambos vivían en el municipio de Vícar. 

De esta manera, se mantiene la sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería contra Y.S.P., condenado a seis meses de prisión, a una orden de alejamiento de la menor durante cuatro años y una inhabilitación para cualquier profesión que conlleve contacto regular y directo con menores durante dos años. 

Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso D-CERCA, los hechos tuvieron lugar sobre las 23:00 horas del 3 de agosto de 2020, cuando la víctima, que volvía de pasear a su perro, se cruzó con el condenado en el portal del edificio en el que vivían. "En ese casual encuentro", relata el documento, "el acusado, con intención libidinosa, se acercó a N. para darle un beso en los labios, lo que no consiguió porque ella logró esquivarlo, llamando a su madre y dirigiéndose a su vivienda". 

En su recurso, la defensa de Y.S.P. alegó que la pequeña de 12 años se había inventado esta historia por, según justificó, un "resentimiento" debido a un enfrentamiento entre los padres de esta y el condenado, debido a ciertos problemas en el suministro de agua en el edificio un mes antes de interponer la denuncia. 

Sin embargo, como señalan los magistrados, "ni el acusado ni la madre de la menor, al declarar en el juicio, afirmaron enemistad o animadversión el uno por el otro", aunque sí se imputaron recíprocamente de vivir como "okupas" en el bloque de pisos. 

"Resultaría ya absurdo por improbable que la niña, de motu propio o instigada por su padres, no solo se inventara toda esta historia para dar una lección o vengarse del vecino a cuenta de un conflicto en que la menor no intervendría", señalan los jueces en la sentencia, "sino que además la mantuviera en el tiempo a lo largo del proceso y hasta el juicio oral sin ser ya vecinos", por no hablar del "coste emocional que a la menor le supuso declarar sobre este desagradable incidente como podemos constatar en la videograbación del acto". 

Francisco Lirola