Los facultativos no
están de acuerdo con el nuevo documento
que se les quiere imponer
porque consideran que lesiona
mucho sus derechos y que no se
tienen en cuenta otros detalles importantes
en su trabajo diario.
Los médicos dicen que “se
está buscando una jornada laboral
de treinta y siete horas y media
para el resto de los trabajadores y
sin embargo a ellos les obligan
trabajar cuarenta y ocho horas semanales”.
De esta forma, el pasado
lunes, dieron a conocer una
serie de contrariedades que les afecta de una forma muy directa y
los sitúa en una situación de indefensión
claramente negativa.
Esta queja de los médicos,
esta situación descrita, me lleva a
reflexionar profundamente sobre
este asunto. De todos es sabido
que estos profesionales son muy
especiales para el resto de la ciudadanía.
Son los que cuidan de
nuestra salud y son los que nos ayudan en momentos difíciles que
se nos presentan de forma inesperada.
A mi modo de ver, deberían
ser los profesionales públicos mejor
tratados por parte de la Administración,
en contra de lo que
realmente nos encontramos, estos
trabajadores llevan varios años reclamando
un mejor trato a la Administración,
que por lo visto no
se produce.
Por otra parte, vemos cómo
otros colectivos no se manifiestan
pidiendo derechos, subidas de
sueldo, reducción de horas laborales,
mejor trato en su trabajo, tener
menos disponibilidad y así un
largo etcétera. Cómo es posible
que no hayamos visto nunca una
manifestación de concejales de un
ayuntamiento pidiendo aumento
de sueldo, que no se hayan realizado
sentadas a las puertas de un
parlamento autonómico o nacional
para pedir mejoras en el trato
recibido a la hora de realizar un
trabajo tan importante como es dirigir
una región o el propio país.
No hemos visto en ningún momento
a ningún cargo político que
se queje del dinero recibido y
tampoco que solicite un aumento
de sueldo, parece que en ese caso
todo está correcto.
Hay determinadas cosas en la
sociedad moderna actual que deberíamos
verlas de otra manera
para poder interpretarlas correctamente,
de lo contrario vamos a
seguir pensando que son situaciones
incómodas y muy posiblemente
injustas en contra de profesionales
que se merecen bastante
más de lo que realmente reciben y,
por contra, otros que no sabemos
muy bien lo que hacen nunca tienen
ese tipo de problemas.
Me duele ver a los médicos
solicitar un mejor trato a los responsables
políticos. Hacen un
enorme trabajo con la ciudadanía
y posiblemente por esa educación
que se le supone a este colectivo
no hayan hecho el ruido que ahora
sí captamos. Creo que un enfrentamiento
entre la Administración
y los médicos no le va a sentar
nada bien a los responsables políticos
que en que en este momento
tienen la obligación de gobernar.
José Antonio Gutiérrez