El gasóleo es el combustible más consumido en la agricultura y, por lo
tanto, estos 12 céntimos van a ser un rejonazo para el sector agrícola
almeriense.
Como todo el mundo sabe, los transportes de las hortalizas a Europa se
hacen fundamentalmente por carretera y con camiones que consumen precisamente
este combustible. Por otra parte, están los pequeños vehículos de los
agricultores con el que transportan las hortalizas de los invernaderos a los
centros de manipulado o a las subastas y, finalmente, el 60% de la población
tiene vehículos que funcionan con combustible diesel.
Según argumenta la Asociación de Consumidores, “hace varias décadas,
tras la crisis del petróleo en Europa se pusieron en marcha ayudas al gasóleo
para fomentar su uso y favorecer la industrialización, debido a que era un
carburante más barato y sencillo de adquirir en los mercados internacionales. Pero, a partir de 2015 la Unión Europea señaló al gasóleo como uno de
los responsables de las emisiones a nivel europeo realizando políticas para
disminuir su uso”.
España es uno de los pocos países de la Unión Europea que mantiene estas
ayudas fiscales de los años 80. Un beneficio que no tiene la gasolina. Según la
asociación que ha dado la voz de alarma, “es más,
los consumidores particulares acabaremos pagando esa subida íntegramente en
tanto que la subida de costes de transporte y logística serán directamente
trasladados al precio de venta al público. Esto es, a los consumidores”. La
subida está prevista para el próximo 21 de marzo y contra la misma se ha
empezado a movilizar el sector del transporte.
Esta organización va a tener reuniones con todos los colectivos para
intentar frenar esta subida prevista por el Gobierno.
Es evidente que un incremento de esta naturaleza va a tener un efecto
negativo en las economías de los agricultores y muy especialmente en las
empresas de transporte que ya manifestaron en su día su descontento por el
aumento del combustible a consecuencia de la invasión de Ucrania. El aumento de
costes se va a ver reflejado en el precio de las hortalizas y al final todo el
mundo terminará pagando la subida.
Parece que resulta complicado de entender por parte del Ejecutivo que si
los impuestos siguen incrementándose va a ser muy complicado disponer de dinero
para otra cosa que no sea pagar impuestos. Por su parte, los agricultores ven
cada vez más arriesgada su profesión desde el punto de vista económico, los
insumos se han disparado y no parece que esta escalada de precios vaya a tener
fin.
A ver cómo nos va después de esta subida si realmente esta asociación no
consigue frenarla.
D-Cerca