La Policía Nacional ha detenido en El Ejido al supuesto carpintero estafador que cobraba el anticipo por sus trabajos pero que luego nunca cumplía lo acordado, una noticia que ya adelantaba D-CERCA el pasado febrero. Según relatan a este medio fuentes cercanas al caso, el arresto tuvo lugar el pasado 3 de abril y al día siguiente se celebró un juicio por las dos demandas presentadas, una por 3.300 euros y otra por valor de 5.700. Al no llegar a ningún acuerdo, tendrá que celebrarse otra sesión. El fiscal pide para el acusado una pena de dos años y seis meses de prisión y el pago de una indemnización a los denunciantes.
El presunto timador anunciaba su empresa, Carpintería Metálica M&D, a través de Facebook. De acuerdo a las víctimas, con las que ya había contactado este medio, una vez que acordaban el trabajo, su importe y plazos, cobraba un adelanto, y luego nunca volvía a aparecer.
Este fue el caso de Rafael, un octogenario ejidense que encargó la retirada y sustitución de un techo de uralita por más de 6.500 euros. “Nos pidió que le ingresáramos la mitad para empezar a trabajar”, contaba, “lo hicimos, vino un albañil para retirar la uralita, pero él nunca apareció”.
Algo similar le ocurrió a David y a su familia, en Adra. Quería cerrar su ático para ganar espacio en su piso, en el que vive junto a su pareja y tres hijas, entre ellas un bebé de pocos meses. “Lo contratamos porque parecía razonable, joven y nos sentimos identificados”, asegura. En su caso, la cantidad a pagar era de cerca de 6.000 euros. “Cuando le hicimos el ingreso, la conversación fue perdiendo fluidez hasta que calló” y se esfumó, dejando solo un rastro de pufos y timos.
No se descarta que Carpintería Metálica M&D no esté envuelta en más casos similares a estos, pero de momento no se han presentado más denuncias.
Tras la celebración del juicio el pasado 3 abril, el carpintero, que en todo momento trató de presentarse como una víctima de sus clientes y de las noticias publicadas al respecto, supuestamente presentó una querella por difamación contra sus víctimas y un medio de comunicación.
Francisco Lirola