La falta de vivienda viene dada por tres factores fundamentales que están afectando a la creación de nuevas casas. Por un lado, tenemos la excesiva burocracia necesaria para iniciar una obra nueva, demasiado papeleo para empezar a poner ladrillo y conseguir levantar la vivienda.

Por otro lado, el aumento del precio tanto del suelo como de los materiales y la mano de obra está haciendo que la obra nueva tenga un coste mucho más elevado y por ello no esté al alcance del bolsillo de los más necesitados.

La banca no está estimulando la creación de obra nueva desde el “Boom” del 2006, todo lo que tiene que ver con la construcción no es un producto apetecible para la banca actual.

Así las cosas, nos encontramos que la única vivienda nueva que se está creando en este municipio, se hace en la costa de El Ejido y su coste no está al alcance de cualquier bolsillo, solamente se construyen viviendas para los que tienen altos ingresos.

La mayor parte de la demanda viene de migrantes o jóvenes y tanto unos como otros sus posibilidades de adquirir vivienda nueva son muy limitadas y es por ello, que nadie se atreve a construir para vender a precios bajos o incluso apenas por el mismo coste.

En otro sentido, también interviene las preferencias de las personas que viven en El Ejido. Si tomamos como referencia a la población autóctona de siempre, observamos que estos posibles compradores huyen de los pisos y quieren más vivienda adosada o independiente, para no tener que enfrentarse al mantenimiento de la comunidad de vecinos, no obstante, este tipo de vivienda también es más cara que un piso, porque generalmente se construye en solar directo y suele tener más superficie habitable que un piso.

Así las cosas, nos encontramos con que es evidente la necesidad de vivienda nueva, pero no acertamos con las posibles soluciones para que empresarios constructores se lancen a la aventura de generar nuevas casas, para que los múltiples compradores que las necesitan se arriesguen a poder comprar alguna de ellas.

Y finalmente, esta escasez de vivienda está también poniendo en peligro la posibilidad de que vengan trabajadores a desarrollar su actividad en esta zona donde hay una enorme oferta de empleo, pero evidentemente, si no hay disponibilidad de alquilar, posiblemente muchos de esos puestos de trabajo se van a quedar desiertos por no encontrar el trabajador la comodidad necesaria para trasladarse a este municipio.

D-CERCA