La
familia de los Saules amenaza con volver a Adra en unos días tras los sucesos
de Puente del Río de la semana pasada que los pusieron en conflicto con el clan
de los Lateros, una de las bandas criminales con más peso del Poniente
almeriense, tras una discusión entre dos miembros de ambos clanes que se saldó
con la muerte de José, un joven Latero, en un tiroteo.
“En
menos de tres o cuatro días, 48 horas”, asegura uno de Los Saúles en un vídeo
subido a sus redes sociales, volverán a sus viviendas, que fueron incendiadas,
supuestamente, en venganza.
Desde
su perfil en TikTok, apelan directamente al alcalde de Adra, Manuel Cortés; y
al subdelegado de Gobierno en Almería, José María Martín; para que pongan fin a
este conflicto, proponiendo una solución: que les paguen las casas, que fueron
incendiadas, supuestamente, como represalia, y así se irán a otro pueblo.
“Estamos
tirados en la calle con 22 niños pequeños”, asegura otro de los Saúles en un segundo
vídeo, “que sepa que en unos días no estaré con mis hijos como estamos, que
parecen bichos, porque para verlos así prefiero que me maten”, asegura, para
luego responsabilizar directamente a Cortés o Martín: “si no quiere que me
maten a mi o a un hijo mío, quiero que nos paguen las casas, que mis casas las
paguen, que paguen nuestras casas, y punto”, declara con vehemencia, “o la
culpa será de ustedes”.
“Señor
don Manuel Cortés, me dirijo a usted con máximo respeto, pero no voy a permitir
que mis hijos pasen calamidades”, reafirma el hombre del primer vídeo, “va a
tener que construir un cuartel en Puente del Río”.
Ellos
insisten en su solución como la única posible, “si ustedes nos pagan nuestras
viviendas, que nos ha costado mucho ganarlas, nosotros nos vamos a otra
provincia, a tener una vida tranquila y que mis hijos tengan futuro”.
Sin
embargo, ni el Ayuntamiento abderitano, ni la Subdelegación de Gobierno, parece
que vayan a entenderlas. “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no
descansan en su labor. En coordinación con la Policía Local, intensifican su
presencia para asegurar que Adra sigue siendo un lugar seguro para todos sus
vecinos”, ha trasladado Martín a los medios. Por su parte, desde el Consistorio
no han ofrecido declaraciones.
“Veremos quién se queda con el pueblo"
A pesar de que, en TikTok, los Saúles rechazan cualquier
intención de responder a los Lateros por el incendio de sus viviendas, hace
apenas unos días que uno de sus miembros mostraba una actitud muy diferente en
audio difundido por grupos locales de WhatsApp.
“Vamos a entrar ahí 20
y veremos, ahora de hombre a hombre, quién tiene más huevos y se queda
con el pueblo”, podía oírse en el mensaje, para luego lanzar una amenaza contra
los Lateros. “La Policía podrá estar ahí un mes, dos meses, tres meses, pero
más no van a estar, no vais a tener siempre ese despliegue ahí”.
En realidad, lo Lateros tampoco están ya en Adra, según señalan en los vídeos y confirman a D-CERCA fuentes cercanas al caso, aunque pocos piensan que sea para siempre.
Actualmente, la ciudad milenaria cuenta con una fuerte
presencia de la Policía Local y la Guardia Civil, aunque tras una reunión
extraordinaria de la Junta Local de Seguridad, Manuel Cortés aprovechó para pedir
al subdelegado “aumentar la presencia de la Guardia Civil en Adra, tanto en
medios humanos como materiales” apostillando que “queremos que ese refuerzo en
la seguridad de la ciudad sea de manera permanente y no sea solamente puntual
tras los hechos que han acontecido en los últimos días”, de cara a que “se
pueda incrementar su función en materia de prevención”.
Narcotráfico y petaqueo
La guerra entre Saúles y Lateros comenzó el pasado dos de
junio, cuando un hombre de unos 60 años de la primera familia disparó contra
José el Latero, de 23 años, tras una presunta discusión por el volumen de la
música del joven.
En la madrugada que siguió a este suceso, las viviendas
de los Saúles, que ya habían abandonado
Adra, ardieron, supuestamente en respuesta por el asesinato de José.
Este es el último episodio de una
escalada de conflictos relacionados con el narcotráfico y el petaqueo, que en
el municipio presuntamente dominan los Lateros.
Francisco Lirola