De un tiempo a
esta parte hay determinadas cosas que vienen cambiando la realidad de forma
radical. No hace mucho me dijo una persona mayor que “los jóvenes prefieren
tener un perro antes que tener niños”, me pareció una verdadera exageración
semejante comentario, no obstante, y debido a las importantes dificultades que
tienen los jóvenes para poder montar una familia empezando por poder disponer
de una vivienda, este comentario empieza a tener origen.
Desde
la semana pasada se está anunciando en Televisión Española un programa con el
que pretenden ayudarte con expertos a saber elegir al perro que mejor va para
cada usuario. Sí, como lo están leyendo, no es un programa para fomentar la
natalidad ni para ayudar a los jóvenes a buscar un trabajo que le permita tener
una vivienda y montar una familia, y tampoco es un programa en el que se
soliciten las ayudas necesarias para que una persona de edad joven pueda
acceder a la vivienda como pieza básica para poder montar un hogar en el que
nazcan niños. A poco que nos fijemos en la realidad, hemos aceptado que el
crecimiento vegetativo de nuestro país no se va a basar en que haya más
nacimientos que defunciones, sino que va a depender de la cantidad de migrantes
que quieran llegar a cubrir puestos de trabajo que los autóctonos no deseamos y,
en definitiva, serán los que mantendrán un sistema para que enfermos y mayores
puedan ser atendidos en el futuro.
Si
estamos pensando en que las nuevas parejas van a estar más pendientes de su
mascota que de la posibilidad de tener descendencia, va a ser difícil tener
contribuyentes que en el futuro se hagan cargo de las jubilaciones, de las
prestaciones por desempleo y por mantener el nivel necesario para que la Seguridad
Social atienda la sanidad del país.
Parecía
imposible que llegásemos a este extremo, pero a poco que empecemos a analizar
los datos de las mascotas que hay en las viviendas y el nacimiento de niños,
podemos comprobar que realmente estamos sustituyendo los nuevos nacimientos por
la adopción de mascotas como única salida ante la imposibilidad de tener los
recursos necesarios para que los jóvenes puedan crear nuevos hogares. Lo peor
de todo esto es que los responsables políticos no hacen ningún tipo de comentario
al respecto, no proponen leyes para intentar dar soluciones a la imposibilidad
de disponer de una vivienda, no se fomenta la natalidad de ninguna forma, y
parece que todos dan por hecho que el futuro vegetativo de este país depende de
aquellas personas que vengan de fuera. Como salida de emergencia habrá que
aceptarlo. No obstante, cabe recordar que, tras la Guerra Civil española,
fueron muchos los españoles que se marcharon a Alemania a trabajar porque aquí
no había posibilidades de conseguir lo que se necesitaba para subsistir,
esperemos que los migrantes que hoy vienen supuestamente a mantener nuestro
sistema, no hagan lo mismo que los españoles que se fueron a Alemania, los
cuales, la mayor parte de ellos volvieron a su lugar de origen y abandonaron el
país de acogida.
D-CERCA