Y es que, ayer, en apenas una hora, aparecían otras dos crías macho de la misma especie, una en Punta Entinas y la otra en Balerma.
El mal estado de los cadáveres de los animales hacía imposible realizarles una necropsia para intentar identificar lesiones a nivel macroscópico y el envió de muestras para su análisis patológico, según han informado desde Equinac. El índice de supervivencia de estas crías en su primer año de vida es bastante bajo, pero este año los avisos se suceden uno detrás de otro.
Desde Equinac han lanzado un llamamiento: el ser humano sigue atentando contra el mar, en un cúmulo de actividades como vertidos, pesca mediante el arrastre (pesca de fondo que esquilma, captura o destroza todo a su paso, destruye los fondos marinos donde crecen gran cantidad de algas, plantas, como la Posidonia oceánica y otros organismos, ya que el arte está en contacto directo con el fondo marino mientras es arrastrado y cada vez se usan artes que escarban más en el fondo destruyendo los hábitats bentónicos que encuentran a su paso, cuya integridad en muchos casos es crucial para la supervivencia de las especies comerciales), plásticos, basuras que se dejan por lo bañistas, basuras arrojadas al mar por embarcaciones recreativas y pesqueras, sobrepesca, etc.
Tal y como apuntan desde la organizaión, "no nos damos cuenta que lo que le ocurre a estos animales nos afecta de forma directa, el pescado del que ellos se alimentan es el mismo pescado del que nos alimentamos nosotros, cargado de contaminantes y metales pesados, la escasez de peces que les afecta a ellos es la misma escasez de recursos pesqueros que nos afecta a nosotros".