Durante el recorrido pudieron observar la belleza del paisaje desde sus cuatro miradores, cruzar el Río Velillos por el puente colgante y la pasarela peatonal recientemente restaurados que simula a los que hoy se encuentra en el camino del rey.

Otro de los momentos más significativos de la ruta, fue la visualización de  las pinturas rupestres cercanas a la Fuente Corcuela, o el hecho de poder divisar el incomparable patrimonio histórico de Moclín, fiel reflejo de su situación estratégica y de la importancia de esta zona en el pasado. Fueron muchos los vestigios que disfrutaron los senderistas a lo largo del camino, uno de ellos fue el Castillo de Moclín, una de las mejores estructuras defensivas de la época nazarí y las Torres Vigías, diseminadas estratégicamente en los puntos más altos entorno al Castillo.

En total fueron unos diez kilómetros y medio de recorrido que, con un desnivel de subida acumulado de 245 metros, hizo las delicias de la expedición ejidense al poder disfrutar de la práctica deportiva al aire libre y uno de los senderos más atractivos del programa.

Además de la práctica deportiva, los participantes en esta ruta pudieron disfrutar de la tradición gastronómica de Moclín, donde tuvo lugar el almuerzo tras la finalización de la actividad.