Pregunta. - ¿Cuándo nace el taller?
Respuesta. - Este ilusionante proyecto lleva ideándose varios años desde la Asociación de Síndrome de Down de El Ejido, con objetivo de dar respuesta a las necesidades del grupo de socios y socias adultos que la forman. Una vez que finaliza la etapa escolar, es importante continuar proporcionando apoyos para el desarrollo personal y social y así surgió nuestro proyecto, con el objetivo de cubrir, en nuestros socios adultos, estas necesidades, apoyándoles en el desarrollo de sus capacidades y asegurándonos que disfruten de todos sus derechos. Fue en el pasado septiembre del 2020 cuando se puso en marcha la actividad gracias a que hemos obtenido los recursos y apoyos necesarios para poder llevarla a cabo. El proyecto fue seleccionado y aprobado en la convocatoria de 2020 de la Fundación ‘la Caixa’ en el marco del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales organizado por dicha entidad, que fue el empujón que nos faltaba para que pudiéramos hacerlo realidad y llevar a la práctica todas las ideas que teníamos para el taller. Contamos también con el apoyo de la empresa Semilleros Laimund, que nos ha acogido dentro de sus instalaciones cediéndonos un espacio donde llevar a cabo nuestra formación y nuestras actividades y también con el apoyo del Ayuntamiento de El Ejido ayudándonos con el desplazamiento de los usuarios hasta las instalaciones del semillero.
P. - ¿Cómo surgió la idea?
R. - A partir del año 2007 el control biológico de plagas se implantó en los cultivos protegidos del poniente almeriense como principal herramienta para el control de plagas. Por otro lado, el Ayuntamiento de El Ejido, consciente de la trascendencia del establecimiento de estas infraestructuras ecológicas para alcanzar una agricultura más sostenible, ha incluido en su Ordenanza Municipal la obligatoriedad de instalar dichas infraestructuras verdes. En este marco, y con la creación de este taller, no solo se persigue un bien social, ayudando a que las personas con discapacidad intelectual puedan desarrollar su propio proyecto de vida a través de una actividad laboral/ocupacional, sino que se conjuntan en él también un bien agrícola y otro medioambiental. Mediante la formación laboral/ocupacional y de ajuste personal y social que se imparte en el taller, se les prepara para enfrentarse a las exigencias de la vida cotidiana y al trabajo, acompañándolos hacia el desarrollo de su propio proyecto de vida.
P. - ¿Con cuántos participantes cuenta?
R. - Actualmente está formado por un grupo de 7 adultos, 4 hombres y 3 mujeres con síndrome de Down, con edades comprendidas entre 21 y 41 años. El proyecto está planteado de tal manera que la formación que reciben está individualizada y adaptada al nivel y las necesidades de cada usuario, así como la adaptación de las actividades realizadas y los objetivos a trabajar. Como se ha comentado antes, para algunos será un lugar estable de desarrollo y crecimiento y para otros puede ser la puerta de entrada al desarrollo futuro dentro de una empresa ordinaria.
P. - ¿En qué consiste este taller?
R. - Se trata de un taller formativo-ocupacional donde la actividad principal está dirigida hacia la producción de plantas de las especies autóctonas idóneas para facilitar el control biológico de las plagas mediante su integración en setos o islas de vegetación ubicadas alrededor de los invernaderos. Concretamente, podemos decir que es un taller de producción de plantas para una jardinería destinada especialmente a favorecer el equilibrio entre agricultura intensiva y medio ambiente. Dentro del taller se trabajan dos áreas complementarias: la formativa ocupacional y la de ajuste personal y social. En la parte formativa ocupacional, la formación se centra en el aprendizaje de las técnicas de vivero para la obtención de plantas en maceta. En la parte de ajuste personal y social, se persigue dotar de las herramientas necesarias para el desarrollo y crecimiento dentro de la sociedad y conseguir el mayor nivel de autonomía que garantice una vida normalizada y enriquecedora. Se trabajan aspectos como: habilidades sociales, habilidades conversacionales, estrategias de resolución de problemas, autonomía en las rutinas diarias, salud e higiene, formación básica, empleo, entre otras áreas de interés. Dentro de las dos áreas comentadas, no podemos olvidar la formación continua que se ha incluido dentro del taller de la normativa preventiva de la COVID-19, las cuales se siguen de manera rigurosa por todos los usuarios y profesionales del taller.
P. - ¿Qué actividades han realizado hasta ahora?
R. - En primer lugar, se les ha familiarizado e introducido en el mundo de las plantas, su importancia y sus características principales. Paralelamente han aprendido a reconocer y manejar los materiales y herramientas específicas del cultivo en vivero, a preparar mezclas de sustratos, a realizar siembras con semillas de diferentes tamaños, especies y utilidades, a esquejar especies ornamentales, a trasplantar las plántulas a macetas y a manejar su cultivo. Secuencialmente se les está formando en el reconocimiento de las diferentes especies vegetales, su aplicabilidad y su importancia tanto agronómica como medio ambiental. También se instruyen en la recolección y selección de semillas de las especies precisas para los objetivos del taller.
P. - ¿Qué actividades tienen previstas?
R. - Son muchas las actividades que realizaremos: completar el ciclo de producción, partiendo desde realizar ellos mismos la recolección de semillas de especies autóctonas, su selección, siembra y su cultivo en maceta; continuar con las tareas de siembra y cultivo; seguir complementando la formación adquirida con conocimientos teóricos-prácticas básicos; y realizar visitas a distintas empresas y entidades del sector donde los participantes del taller puedan observar su funcionamiento y les ayude a afianzar los conocimientos adquiridos en el taller.
