La
denominada Operación Preticor, se desarrolla en dos fases de actuación
convenientemente coordinadas, en la primera el objetivo es determinar la
estructura y mecanismos de la organización para
la introducción de la droga por
la costa de Almería.
Para
este fin, emplean embarcaciones recreativas sin indicios externos que las
pudieran identificar, pero especialmente adaptadas para estas actividades.
Entre
los mecanismos utilizados para realizar las rutas, disponen de importantes
cantidades de gasolina que transportaban hasta los puertos deportivos, con el
riesgo que supone para la navegación, así como para las personas ajenas a la
organización que pudieran encontrarse en las inmediaciones.
En
la segunda fase, una vez anulada la infraestructura de introducción de
importantes cantidades de droga, se
destinan todos los esfuerzos hacía el entramado logístico dedicado a la
distribución de la sustancia estupefaciente a nivel internacional para la plena
desarticulación de la organización.
Introducción de la droga por la costa de la provincia de Almería.
El
modus operandi de la organización consiste en trasvasar la droga desde una
embarcación procedente de marruecos a una embarcación de recreo que la traslada
hasta las costas de Almería. A su llegada, existe un operativo dispuesto para
cargar la droga y transportarla rápidamente hasta las viviendas o garajes donde
la ocultan hasta su posterior distribución por Europa.
El
hachís se oculta en el interior de
garrafas comúnmente empleadas para el transporte de combustible de este tipo de
embarcaciones de recreo. De esta forma, la gasolina era utilizada para
posibilitar el desplazamiento de las embarcaciones y posteriormente este tipo
de “garrafas”, de entre 30 y 50 litros, se utilizan para introducir la droga
como medio de ocultación y apariencia legal, escondida también en dobles fondos
de la propia embarcación.
El
EDOA de La Guardia Civil identifica en la barriada de Las Negras un entramado
de pisos y plazas de garaje que conformaban la estructura logística de dichas
operativas de tráfico de droga, ya sea con la función de ser utilizados como
“guarderías”, viviendas para el almacenaje encubierto, o para la ocultación de los
vehículos dedicados al posterior transporte de la sustancia estupefaciente a
puntos lejanos.
Casi
la totalidad de los vehículos son extranjeros con las placas de matrícula
falsificadas para dar mayor protección al transporte.
Distribución del hachís a nivel internacional
mediante camiones con dobles fondos.
Durante
la segunda fase, la Guardia Civil detecta que la organización criminal
investigada cuenta con una compleja red de camiones empleados para el
transporte de la sustancia estupefaciente a terceros países de la Unión
Europea.
La
organización contacta con personas que a cambio de una serie de beneficios
económicos mensuales, adquieren un camión, lo dan de alta en una cooperativa de
transportes y finalmente ceden su uso a la red.
A
su vez participan en operativas de transporte legal para encubrir su actividad,
lo que supone entrar en competencia con transportistas y empresas que trabajan
según las normas y precios de transportes establecidos
Una
vez que la organización disponía de los camiones, cabeza tractora y remolque,
sustituía los remolques por otros que disponían de complejos sistemas de dobles
fondos, pero manteniendo las placas de matrícula del primero.
De
esta forma, la organización contaba con una estructura logística de camiones
con dobles fondos, que figuraban a nombre de terceras personas sin aparente
vinculación a la organización, y que gracias a la cooperativa operaban en el
transporte legal de mercancías.
Droga a cambio de servicios prestados para la
organización
Parte
de las contraprestaciones que la organización daba a los diferentes
colaboradores necesarios se realizaban en hachís, que posteriormente
distribuían a menor escala a nivel de la provincia de Almería y limítrofes para la obtención de los beneficios económicos
suculentos y rápidos con participaciones puntuales que permitía llevar un alto ritmo
de vida.
En
ese sentido se ha intervenido una cantidad importante de droga, obtenida como
forma de pago, que uno de los colaboradores se disponía a vender a una
organización externa asentada en la provincia de Granada.
Conocido
el modus operandi de la organización y sus componentes, así como el papel que
desempeñaba cada uno en la misma, los investigadores solicitan a la Autoridad
Judicial la práctica de 7 entradas y
registros en las localidades de Las Negras, Balerma, Balanegra, Berja,
Pampanico y Puente del Río.
Finalmente
la Operación Preticor se salda con la detención de 10 personas y la
investigación de otras 4, se desmantela un cultivo indoor de marihuana y se
intervienen un total de 900 kilogramos de hachís, dos embarcaciones, numerosos
vehículos entre turismos y camiones con dobles fondos, armas y dinero en
efectivo entre otros efectos.
A
los miembros de la presente organización criminal se les imputan los delitos de
pertenencia a organización criminal, contra la salud pública (tráfico de
drogas), usurpación de identidad, falsificación de documento público y
quebrantamiento de condena.
La
operación ha sido desarrollada por especialistas del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA), de
la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Almería, y ha
sido dirigida por el Juzgado de
Instrucción número 1 de Berja (Almería).