La situación económica empujará a nuevos cambios políticos

La situación económica empujará a nuevos cambios políticos

A nadie le gusta la situación económica actual con un IPC (Índice de Precios al Consumo) desatado, el combustible por las nueves, la electricidad en una espiral de precios disparada, los alimentos carísimos, la vivienda imposible, los alquileres en continuo crecimiento y un largo etc.

Es cierto que la agricultura está recibiendo importantes aportes económicos por las cotizaciones que se vienen dando, pero no debemos olvidad que en el Poniente no todos son agricultores y además la horticultura está recibiendo un envite directo de los precios de la energía, los combustibles, el plástico, el abono y otros insumos que han subido su cotización por la situación general que se padece y es un hándicap importante.

La vuelta de vacaciones y el inicio de las clases particulares es otro palo económico que han de soportar las familias en septiembre cuando llega el síndrome postvacacional que tanto daño nos hace. En este ejercicio va a ser aún más dramático y no se sabe si después de los últimos datos de intención de voto en España y los resultados de las elecciones en Andalucía, Pedro Sánchez va a poder soportar el topetazo irremediable de la economía y el daño que va a provocar en los ciudadanos.

El malestar es general, el miedo a las consecuencias de la guerra de Ucrania y Rusia es evidente, la respuesta gubernamental es pobre o inexistente y cada vez son más los que se creen la incapacidad de los actuales gobernantes para sacar adelante el país, incluso considerando todo lo que han tenido en contra para conseguir algo positivo.

Los medios de comunicación no están de parte de Sánchez, solo hay que sentarse un rato a ver informativos y hasta lo positivo se vuelve negativo. Las redes sociales son un hervidero a causa del malestar general, amén de los que aprovechan para ensuciar más el ambiente en pos de un rédito electoral.

Así pues, la imagen del Ejecutivo es pobre, muy debilitada, ausente de cualquier estrategia, ni siquiera una crisis de Gobierno con cambio de ministros parece una salida adecuada para tanto pesimismo. Aguantar así hasta el final de la legislatura puede tener unas consecuencias dramáticas para el país, para el PSOE y evidentemente para Pedro Sánchez.

La economía no mejora, los 147.000 millones de euros parece que no llegan desde Europa y si llegan tienen poco efecto. Los mil euros del salario base no dan para nada en la situación económica actual. Los países vecinos nos han perdido el respeto y tenemos serios conflictos diplomáticos que se resuelven con un nuevo follón: si no quieres Marruecos, toma Argelia.
Así las cosas no vamos a ninguna parte. Es difícil mirar para otro lado. Los resultados que espera la ciudadanía no se producen y la desazón, el pesimismo y el malestar general se apoderan de la ciudadanía que cada vez que puede solicitan un cambio urgente.

No me parece aventurado escribir sobre este asunto, creo que es lo que está pasando.



José Antonio Gutiérrez, director de D-CERCA