La primera de ellas ha consistido en la adaptación de la primera planta para ser utilizada con fines socio-culturales y la segunda se ha centrado en la instalación de una cabina de realidad virtual compartida, que evoca el renacimiento del núcleo tradicional de Balerma, en su relación con el mar.
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha llevado a cabo la inauguración junto a la concejala de Turismo, Luisa Barranco; la presidenta de la Junta Local, Yasmina Ferrón; concejales del equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal; asociaciones y vecinos.
Ambas intervenciones se han enmarcado en la Estrategia desarrollada por el Grupo de Acción Local del Sector Pesquero vinculado a la Asociación del Litoral del Poniente Almeriense, de la que forma parte el municipio de El Ejido, junto con Adra, Balanegra y Roquetas de Mar. Las actuaciones han sido subvencionadas por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), en un 85%, a través de las ayudas al Desarrollo Local Participativo en Zonas Pesqueras y Acuícolas; y por la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible, en un 15%.
Para el primer edil ejidense “disponer de un espacio público para uso socio-cultural era una necesidad para el núcleo de Balerma que carecía de unas instalaciones que pudieran aportar una zona de reunión para el tejido asociativo y, también, proporcionar un lugar de estudio y acceso a internet para nuestros jóvenes en un lugar privilegiado dentro de la trama urbana”.
La tradicional vinculación de Balerma con la actividad pesquera ha dado la oportunidad de acceder a una subvención por importe de algo más de 73.000 euros que ha permitido implementar estas instalaciones.
Básicamente, las obras de adaptación han consistido en generar un vestíbulo o recepción, una sala de más de 60 m2 y otra de 32, un espacio para el acceso público a Internet de 10 m2, además de un almacén y dos aseos.
Góngora ha puesto de relieve que “estos espacios se han enriquecido con equipamiento, elementos audiovisuales y electrónicos, que favorecerán el acceso a Internet y la digitalización de los usuarios, además de un mobiliario funcional, que fomentará el desarrollo de reuniones, el estudio y los encuentros asociativos”. La ejecución ha permitido, al mismo tiempo, dotar al núcleo de un espacio de biblioteca, muy demandado por los balermeros.
En esta línea, el primer edil ha resaltado “la necesidad de seguir vertebrando, equipando y mejorando los servicios públicos, como es el caso de esta planta que estaba en desuso y cuya reconversión va a mejorar la calidad de vida de los vecinos”. Tal es así que esta tarde este centro socio-cultural va a acoger la celebración de un cuentacuentos a cargo de Moisés Palmero bajo el título ‘Un Delfín entre las Estrellas’ y un taller de plantas aromáticas a partir de las 18.00 horas.
Realidad virtual
La segunda actuación, subvencionada con 62.315 euros, ha consistido en la instalación de una cápsula de realidad virtual compartida en la planta baja de este mercado. El objetivo de esa instalación es recuperar aspectos esenciales, hoy desaparecidos, del legado tradicional balermero, fundamentalmente a través de la implementación de herramientas digitales que facilitan la comprensión y difusión de los principales elementos que definieron esa cultura tradicional vinculada al mar y a la actividad pesquera.
La cápsula que se ha instalado aquí simula una aeronave con dos plazas, que se sincroniza con los movimientos del vídeo 360º reproducidos en los cascos de Realidad Virtual Compartida, de manera que se genera fielmente el mismo movimiento que haría si el usuario, efectivamente, estuviera volando en esta pequeña aeronave sobre el antiguo núcleo de Balerma. La experiencia no termina ahí. Posteriormente, los usuarios de la aeronave podrán visitar a pie algunos de los espacios singulares anteriormente recreados desde el ‘aire’ y, mediante otras gafas de Realidad Virtual, contemplarlos desde el suelo.
Protestas
La nueva configuración del mercado de abastos de Balerma, sin embargo, no gusta a todo el mundo. De hecho, Chali Gálvez, una de las propietarias de los dos únicos puestos que han quedado operativos en el edificio mostró su disconformidad con el nuevo proyecto ya que, a su juicio, “el Ayuntamiento ha dejado morir el mercado de abastos”, ha señalado en declaraciones a D-CERCA.
Esta vecina, propietaria de un puesto de venta de pescado, se quejó de que cuando los puestos estaban en la planta de arriba “la accesibilidad era nefasta porque la gente mayor no quería subir por el ascensor; por lo que nos bajaron a la planta baja donde ya solo estábamos tres puestos. Uno de ellos cerró durante la pandemia y, pese a que hay quien ha querido volver a cogerlo, el Ayuntamiento no ha dado licencia”,dijo. De esta forma, solo quedan dos puestos abiertos en la planta baja (uno de pescado y una churrería) y el espacio de este tercero fue absorbido por el nuevo centro sociocultural de Balerma.

En este sentido, Chali Gálvez también ha lamentado que el nuevo proyecto no haya incluido un mejor acceso a estos dos puestos y favorecer así más compras, ya que pese a que el nuevo centro cultural y el mercado comparten planta, se accede a ellos por puertas distintas.
Sobre estas quejas también se pronunció el alcalde ejidense en la inauguración. Góngora señaló que "el hecho de sectorizarlo es para que quien venga al centro no esté oliendo a pescado, aunque puede haber opiniones para todos los gustos". Aún así, no descartó la posibilidad de estudiar técnicamente si se "puede poner una puerta y hacer un buen uso para que esté cerrada", indicó.
Almudena Fernández