Alberto Cerezuela no tiene fin

Alberto Cerezuela no tiene fin

La semana pasada, el pequeño genio de las letras de Santa María del Águila, Alberto Cerezuela, volvió a dar muestras de lo grande que es

Que este entusiasta de la literatura, creador de sueños era capaz de sorprendernos una y otra vez no había duda alguna. Así lo hizo cuando nos congregó a algunos de sus amigos para inaugurar las nuevas instalaciones de Círculo Rojo en Aguadulce .

Nada más ver el público asistente ya adviertes de la magnitud del acto, la capacidad de convocatoria que tiene el autor de esta gran idea y de la altura del evento.

A las puertas del nuevo recinto de trabajo del mago de las letras ejidense empezaron a llegar caras conocidas como Gabriel Amat, alcalde de Roquetas; Javier Aureliano García, presidente de la Diputación de Almería; Ángel Escobar, vicepresidente de la institución provincial; concejales, diputados y demás representantes de la actualidad política almeriense, autores entre los que estaban David Fernández Borbalán, ex árbitro de fútbol de Primera División, medios de comunicación y un sinfín de caras conocidas.

Cerezuela creó un acto absolutamente emocional en el que agradeció el apoyo de todos los presentes en esta y en otras ocasiones personales que él no le hubiera gustado vivir. Sin ser explícito comunicó a todos cuál era su estado de ánimo y los presentes entendieron con total exactitud lo que les quiso transmitir el anfitrión de tan exquisito acto.

Por otra parte, Alberto Cerezuela volvió a hablar sin mediar palabra mostrando el diseño de sus nuevas instalaciones. La sede de Círculo Rojo es un espacio cultural único que invita a crear historias para soñar a través de la literatura. Es un entorno de trabajo muy especial en el que la relación con la literatura concentra al redactor para llegar a la más alta de las sensaciones de creatividad.

En este ambiente también se le da importancia suprema al diálogo, al café y a los espacios que invitan a intercambiar ideas para ir más allá en el deseo de crear entornos ficticios que configuren esa historia que guste a los demás.

Alberto sigue demostrando que la imaginación nos puede llevar muy lejos y lo demuestra una y otra vez. Es capaz de crear las situaciones idóneas para decirnos qué tiene en su cabeza y qué sensaciones quiere que disfrutemos. Asombra con su habilidad emocional a propios y a extraños, deja huella en aquellos que le conocen y consigue trasladar a su público a momentos únicos que previamente ha diseñado en la parte más amable y creativa de su cerebro.

El título de este artículo se lo debo a alguien que yo no conozco presente en la inauguración que en un momento del acto, entre susurros, pronunció la frase: “Alberto Cerezuela no tiene fin”, coincidí con él totalmente, eso era lo que yo estaba pensando en ese momento porque independientemente de que este ilusionista de las letras esté entre mis mejores amigos, creo realmente que es así. Tiene una solvencia cultural infinita, una creatividad única, una capacidad enorme para configurar espacios culturales absorbentes y envolventes, en definitiva es un genio que disfrutamos los que estamos cerca de él que no sabe dónde está la meta final.

¡Felicidades Alberto! Sabes que ya estamos esperando la próxima convocatoria para que nos sigas deleitando con esa cascada de emociones que brotan en tu entorno apenas empiezas a hablar.



José Antonio Gutiérrez