Se trata de un evento de gran repercusión
que cada año atrae a numerosos turistas y visitantes.
El Ayuntamiento colabora en
la organización de estas fiestas desde sus orígenes, que son una manifestación
de religiosidad popular que vino impulsada por su Hermandad grupal compuesta
por gente dedicada exclusivamente al mundo del mar, heredándose su puesto en la
cofradía de padres a hijos.
El propósito era proporcionar un ‘seguro de vida’ a
los pescadores en caso de que fueran apresados por la piratería del norte de
África. Se financiaba a través de donativos y contribuciones de los propios
pescadores, quienes dedicaban un jornal de cada embarcación, entorno a los 200
reales.
La Virgen de las Mercedes,
Patrona de Balerma, se celebra el mismo día que la Iglesia Católica celebra la
Festividad de la Asunción de Nuestra Señora, el 15 de agosto.
La misa se
celebra en el parque, donde la imagen de la Madre de Dios se ubica desde el
mediodía, y posteriormente se desarrolla la procesión marítimo-terrestre, pero
antes de embarcar se dedican dos ‘levantás’. Una vez asegurado el trono en la
barca, la Patrona comienza a pasear a lo largo de la costa balermera mientras que
en el paseo marítimo un gran número de personas son testigos del ruido y la
belleza de los fuegos artificiales en honor a la Virgen.
Durante el último tramo de la procesión se
continúa con las ´levantás’ y al final de la procesión llega uno de los momentos
más esperados con la actuación de la banda de música entonando ‘La encarnación coronada’.
Los portadores alzan sus voces y elevan a la Virgen al cielo mientras cae una
lluvia de pétalos. Un momento lleno de emoción en el que nadie puede evitar
cantar la oración.
La edil de Cultura, Elena
Gómez, ha señalado que “la procesión marítimo-terrestre de Balerma encierra
valores como la pasión, la devoción, la tradición, el sentimiento, la diversión…
que le otorgan un gran potencial como instrumento de promoción cultural y
turística de nuestro litoral”.
El objetivo de este
proyecto aprobado hoy en Pleno es el de instaurar la procesión como un día de
veneración, de ocio y esparcimiento tanto para los ejidenses como visitantes y
turistas. Además, como ha señalado la concejal, “cumple con la originalidad, el
valor tradicional, cultural y religioso que se requiere para atraer cada año a
más visitantes. Una festividad que ayuda a fidelizar a los
turistas y a consolidar a El Ejido como un destino turístico diferenciador,
cuya oferta va más allá del tradicional sol y playa”.
Igualmente,
con este tipo de iniciativas, “se favorece y dinamiza el sector empresarial
local, turístico y de servicios, ya que la afluencia de visitantes es
considerable, lo que implica un repunte del consumo a todos los niveles. Asimismo,
se impulsan y conservan nuestras tradiciones religiosas y culturales”.