Agua regenerada

Agua regenerada


Es un auténtico logro poder disponer de 14 hectómetros cúbicos de agua salidos de la nada para poder regar cultivos muy rentables en el campo almeriense. A esto se le llama hacer de la pobreza una virtud en tiempos de escasez y necesidad

El Poniente almeriense ha dado un paso de gigante al poder asegurar el riego para el 10 por ciento del total de su agricultura en pleno cambio climático y con una sequía evidente cada vez más acentuada.

La Almería seca está demostrando una capacidad enorme de adaptación que otras zonas agrícolas de España no tienen. Este tipo de prácticas van a hacer aún más grande a nuestra agricultura demostrando una alta capacidad de supervivencia en condiciones muy pésimas.

El objetivo final es conseguir que se extraiga del subsuelo solo el 20 por ciento del total del agua necesaria para producir 4.000 millones de euros en hortalizas al año.

El agua regenerada es líquido elemento ya usado en otras funciones vitales para el ser humano que tras un proceso de reciclaje debidamente estudiado pasa a ser útil para el riego. De esta forma se evita la desalación u otras formas de conseguir tener disponibilidad para poder regar los cultivos.

Ahora mismo desde la estación EDAR de El Ejido se aseguran 6 hectómetros cúbicos de agua y desde la de Roquetas de Mar 8 hectómetros más. Para hacernos una idea, el campo almeriense necesita asegurar 350 hectómetros cúbicos de agua anualmente para poder sacar adelante las cosechas de las 33.000 hectáreas de cada campaña agrícola. Es evidente que en un año hidrológico no llueve tal cantidad de agua y por lo tanto el déficit está casi asegurado. Es por ello que la diversidad de sistemas para conseguir el líquido elemento para poder regar, más que una opción es una auténtica necesidad.

Actualmente en el Poniente almeriense se dispone de diferentes fuentes de riego. Una de ellas es el Pantano de Benínar, que con todos sus problemas en años hídricos más voluminosos también hace su contribución. Por otro lado, la desalación, los sondeos subterráneos y ahora el aporte de las aguas regeneradas.

El objetivo final es disponer de 34 hectómetros cúbicos adicionales, según las informaciones difundidas desde la propia Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. Se pretende evitar mirar al cielo durante esos largos periodos de sequía que nos esperan tras la constatación de que el cambio climático es un hecho que nos afecta.

Estas prácticas aseguran la supervivencia del campo, que no es poca cosa en la provincia de la agricultura intensiva.

Además, hay que recordar que el agua ni se reduce ni aumenta, siempre es la misma en diferentes estados sólido, líquido y gaseoso. Lo importante es saber usarla para que no falte.


José Antonio Gutiérrez