Esta asociación dedica su tiempo a rescatar el pasado histórico del municipio de El Ejido. Lo hace con tanto acierto que ha conseguido un gran número de socios y seguidores, que se muestran muy satisfechos con todo el camino recorrido desde que se puso en marcha esta organización hasta el día de hoy. Hay que tener presente que el municipio ejidense surge como tal en 1982, en ese año se produce su nacimiento administrativo y todo lo que se ha hecho hasta ahora para recuperar el pasado histórico local ha tenido lugar desde la aparición del mosaico romano en honor a Baco, hallado en el paraje El Treinta de El Ejido en 1984 en lo que históricamente se ha denomina como ‘Ciavieja’.
Para sociedades como la de El Ejido son muy necesarias estas asociaciones. El trabajo que hacen sus integrantes no está pagado absolutamente con nada, ahora mismo solamente se llevan el aplauso de la ciudadanía cada vez que organizan eventos y dan a conocer todos los avances que en historia local han podido realizar.
Son muchos los que, día tras día, están trabajando para que no se quede en el olvido el origen de esta tierra, quienes fueron aquellas gentes que iniciaron su vida en este territorio y sepamos cómo hemos llegado hasta hoy conociendo rastros de nuestro pasado que nos sitúan y nos aportan datos de nuestra verdadera identidad.
Si el trabajo de los que integran la Athenaa hubiese que pagarse con sueldos yo creo que no habría suficiente presupuesto para poder afrontar los gastos de cuánto se hace, todo lo que se consigue y la extraordinaria forma de difundirlo. Por lo tanto, es de agradecer que haya tanta gente dedicada de forma desinteresada a proteger los restos de nuestro pasado para que hoy entendamos mejor quiénes somos y porqué hemos llegado hasta aquí en la manera que lo hemos hecho.
Saber cómo fue nuestro pasado nos sitúa mejor en nuestro presente y nos ayuda a interpretar con más acierto lo que está por llegar.
La noche del pasado viernes fue fantástica, pudimos recordar cosas ya olvidadas que fueron el origen de todo lo que somos hoy y que seguramente no conocerían las nuevas generaciones si Athenaa y sus socios no hicieran el acertado trabajo que acometen a diario. Fue emocionante recordar todo el proceso de cultivo y venta de la uva de mesa. El repaso al vocabulario del campo no estuvo exento de comentarios por parte de los asistentes que con gran gozo recodaron aquellos términos tan familiares en otra época. Volver a ver imágenes de entonces nos llenó de vida a todos los que estuvimos en este acto y pudimos comprobar todo lo que hemos evolucionado desde entonces hasta hoy.
Tuve el honor de entregar uno de los premios que esta asociación otorgó al IES Santa María del Águila “por sus buenas prácticas educativas al transformar un espacio infrautilizado en un museo de arqueología con reproducción de piezas realizadas por el propio alumnado”. Agradezco a la organización del evento que me eligieran para dicha entrega con la que me sentí muy horado.
Para finalizar solo me resta felicitar a Athenaa por su trabajo, por su acierto, por su trayectoria y por la excelente idea de buscar bajo las piedras nuestro pasado para tener un mejor presente.
Gracias a Athenaa y felicidades a los premiados.
José Antonio Gutiérrez