El Ayuntamiento de Roquetas de Mar,
a través Hidralia, empresa concesionaria del servicio municipal de
abastecimiento, saneamiento y depuración de agua en Roquetas de Mar, ha
certificado la huella hídrica del municipio a través de AENOR (Asociación
Española de Normalización y Certificación), para constatar el impacto que ha
tenido la apuesta por el agua desalada en el municipio.
La huella hídrica es un indicador
medioambiental que mide el volumen de agua que se necesita para fabricar los
productos y servicios que la sociedad demanda, así como los gastos indirectos
para ello (consumo de agua en producción eléctrica, combustibles, procesos…).
Para su cálculo no solamente se mide el volumen de agua utilizado, sino que
además se distingue entre: el agua de lluvia empleada (huella hídrica verde),
el agua superficial y subterránea (huella hídrica azul) y el agua residual
(huella hídrica gris).
De esta manera se ha comprobado que
la compra de agua desalada ha tenido un gran impacto en la disminución de la
huella hídrica azul que, junto a otras medidas y propuestas de eficiencia
llevadas a cabo por Hidralia, ha permitido que se reduzca en más de 13
millones metros cúbicos (el equivalente al consumo de agua que necesita
Roquetas para 14 meses) desde 2015.
Del informe se desprende también la
repercusión que tiene el agua desalada para aliviar el estado del acuífero
sobreexplotado del Poniente almeriense, ya que en los documentos se recoge
que hace 9 años el 100% del consumo de agua del municipio provenía de la captación
de pozos, mientras que ahora supone tan solo un 9,97% y su uso está asociado
a mantener un flujo y presión constante de agua en el sistema.
Por otro lado, hay que destacar el
esfuerzo realizado por Hidralia y el Ayuntamiento de Roquetas para la mejora
de las infraestructuras y la puesta en marcha de iniciativas eficientes para
sumar en esta reducción y que se puede observar en la bajada de Agua No
Registrada (ANR) a lo largo de los últimos años. El ANR es un indicador de
eficiencia de las redes de abastecimiento de agua y uno de los principales
retos a los que se enfrenta la gestión de agua potable. Se trata de la
diferencia entre el volumen de agua suministrada a la red y el volumen de
agua registrada en los contadores de los usuarios. La diferencia significa lo que se ha perdido en las redes
durante el transporte o que se trata de fraudes.
En este 2023 gracias a las
diferentes labores que se han acometido por parte de Hidralia y del
Ayuntamiento de Roquetas se ha conseguido reducir estas pérdidas de agua en
97.341 metros cúbicos.
Nuevos Retos
De esta forman, el Ayuntamiento, a
través de Hidralia, empresa concesionaria del servicio continúa trabajando
para seguir mejorando este índice y aumentar la eficiencia hídrica del
municipio con el objetivo de reducir el estrés hídrico que sufre la zona. Un
claro ejemplo se encuentra en la Estación de Depuración de Aguas Residuales
(EDAR) de Roquetas y la puesta en marcha del tratamiento terciario que
permitirá la producción de 8,3 hectómetros cúbicos de agua regenerada para el
riego de cultivos de la zona.
Lo que
convierte a la actuación en una palanca de impulso no solo de la economía
circular, sino también de minimización del impacto de periodos de sequía al
evitar que se tenga que extraer este recurso del acuífero.
Los mayores beneficiados serán los
agricultores de la zona, entre ellos los que componen la comunidad de
regantes de Sol y Arena, ya que esta obra de emergencia está motivada por
garantizar el agua a los cultivos. En un futuro, podría usarse esa agua para
riegos de jardines públicos y de campos de golf, para el baldeo de calles,
para limpiezas de alcantarillado… minimizando de manera considerable el
impacto actual del consumo de agua del municipio.