Estamos
a las puertas de unas elecciones europeas en la que los dos grandes partidos
políticos de este país se juegan mucho. Creo que la estrategia de Pedro Sánchez
ha sido clara: enviar inmigrantes a El Ejido para que se produzca el rechazo de
una población perteneciente a un municipio gobernado por el PP y cuyo primer
partido de la oposición es VOX.
Evidentemente
la respuesta de la ciudadanía se ha producido porque la saturación de
inmigrantes en este municipio no conoce límites, además existe el precedente
del año 2000. La llegada de pateras es continua y el Gobierno no hace nada para
impedirlo. Esos inmigrantes tienen necesidades como cualquier ser humano y como
tal deben ser satisfechas. Luego nos extrañamos y nos quejamos cuando vemos el
Hospital de Poniente saturado. ¿No lo va a estar? Si además de las personas
registradas asisten las no registradas y las consultas están desbordadas.
Juan
Miralles ha rechazado los argumentos del alcalde Francisco Góngora sobre la
presión migratoria que soporta El Ejido y ha venido a decir que son los
agricultores los que más se benefician de la presencia de los inmigrantes. Sin
embargo, este personaje olvida que si no fuera por estas personas él no tendría
el cargo que tiene y la asociación que dirige ni siquiera existiría, o sea, el
mayor beneficiario de la presencia de inmigrantes en Almería sería él y no los
agricultores. Evidentemente, si estos empresarios no dieran trabajo a miles de
inmigrantes, El Ejido y toda la provincia de Almería se hubiera convertido en
un auténtico caos. Dar trabajo no solo permite hacer negocio a quien lo ofrece,
también permite tener recursos a quienes trabajan para poder subsistir y eso
parece que no se contempla cada vez que se hace referencia a la llegada de
inmigrantes a esta tierra.
Nadie
explica por qué estos inmigrantes no han sido instalados en otro sitio, por
ejemplo, en “la España vaciada”, allí no rinden tanto políticamente como si los
traen a El Ejido.
La
sociedad ejidense ha demostrado sobradamente su capacidad de absorber parte de
todo lo que llega de África y de otros muchos lugares del mundo, para muestra
las 89 nacionalidades representadas en este municipio. Estaría bien que ahora
fueran otros los que demostrarán esa hospitalidad. Acaso El Ejido tiene alguna
exclusividad para la recepción de estas personas.
Me
parece vergonzoso que se esté utilizando políticamente a estos refugiados y, además,
se le quiera echar la culpa a los agricultores y más concretamente a los
ciudadanos de El Ejido.
Esta
no es la forma de arreglar un problema que va creciendo cada día porque cada
hora que pasa hay más personas que se ven obligadas a dejar su casa para poder
subsistir. Lo mismo tratar de presionar a los dirigentes de los países de
origen no están en los cálculos de Sánchez, lo mismo se molestan.
José Antonio Gutiérrez