El entrenador del Polideportivo Ejido 1969, Carlos Jiménez, está sentenciado. Los resultados y la imagen que ofrece el equipo lo sitúan muy al límite de ser cesado. Cada partido que juega en casa una parte del público la toma con él ya que no ha conseguido la victoria en ninguno de los encuentros que ha disputado hasta el momento. A Jiménez se le quiere hacer culpable de los malos resultados de un equipo hecho a destiempo, con los jugadores que buenamente han accedido a jugar y sin tener el más mínimo de orden a la hora de confeccionar la plantilla.

Carlos Jiménez fue nombrado director técnico a la llegada de Mateo Martín y tras la marcha de Pablo Hernández fue nombrado nuevo entrenador sin tener la experiencia suficiente para el cargo. La inexperiencia del técnico ahora se demuestra en los entrenamientos, en la forma de dirigir el equipo y en otros muchos detalles que se cuestionan desde dentro del propio club.

Los motivos por los que aún no ha sido cesado son fundamentalmente porque el posible nuevo entrenador aún tiene una deuda sin cobrar de etapas anteriores en este club y habría que liquidarle antes de volver a inscribirlo, amén de tener que pagar a Jiménez el posible acuerdo que pueda tener con Mateo Martín. Por otro lado, Jiménez Gualda se convirtió en el hombre de confianza del presidente porque gracias a él llegó a El Ejido tras conocerse ambos en un curso deportivo desarrollado en Madrid.

Es cierto que el equipo no juega a nada y muestra una pobre imagen en cada partido. Desde que se inició la liga solo ha sumado siete puntos de dos victorias fuera de Santo Domingo y un empate en casa en partido celebrado en Santa María del Águila. Al margen de la preparación del entrenador y sus habilidades hay que tener presente que la platilla es de muy escasa calidad y va a ser complicado que con los mismos jugadores se puedan conseguir mejores resultados.

Una parte del público ya no acepta a Carlos Jiménez que es abucheado en casi todos los encuentros. Las redes sociales claman contra el entrenador que incluso llega a ser insultado, pero nadie hace una valoración de por qué se ha dado esta situación que realmente es fruto de la falta de recursos económicos para tener jugadores de más calidad y un entrenador capaz de organizar un equipo con cierto aire de profesionalidad.

Carlos Jiménez pidió a la prensa cierta paciencia hasta que consiguiera adecuar el equipo a la categoría. La prensa ha sido condescendiente, el público lo ha condenado y los resultados también. Por otra parte, el segundo entrenador que vino a ayudarle a Jiménez, Pablo Nazabal, también ha abandonado la disciplina del club y toda la responsabilidad ha quedado en manos de Jiménez Gualda hasta que se produzca su sustitución, si realmente se produce.

José Antonio Gutiérrez