Celín ha vuelto a vivir este Viernes Santo uno de los momentos más sobrecogedores y tradicionales de su Semana Santa: el Desenclavamiento y Descendimiento de Cristo de la cruz. Una ceremonia cargada de simbolismo y devoción, que se celebra tras los Santos Oficios en la parroquia de San Miguel, y que cada año congrega a numerosos fieles y visitantes.
Después de la liturgia de la Pasión y la Adoración de la Cruz, la atención de los presentes se centró en el antiguo Cristo articulado, dispuesto en el centro del presbiterio, donde tuvo lugar el acto del Desenclavamiento. Con solemne respeto y siguiendo el ritual tradicional, se procedió a retirar uno a uno los tres clavos que sostenían al Cristo en la cruz. La escena, marcada por el silencio y la emoción, fue acompañada por cantos litúrgicos y oraciones que evocaban el dolor de la Pasión.
Una vez desenclavado, el Cristo fue descendido cuidadosamente por varios miembros de la cofradía, y colocado en el sepulcro, dispuesto a los pies de la imagen de la Virgen. Este acto simboliza el momento en que el cuerpo de Jesús es entregado a su Madre, en un gesto profundamente humano y espiritual que conecta a los presentes con el misterio de la muerte y la esperanza en la resurrección.
El alcalde de Dalías, Francisco Lirola, quien estuvo presente en la ceremonia, destacó la importancia de mantener vivas estas tradiciones: “Estos cultos no solo conservan la esencia de nuestra fe, sino también la pasión, la historia y la identidad de nuestros pueblos. En Celín se vive la Semana Santa con un recogimiento y un fervor muy especial”.
La ceremonia del Desenclavamiento es una de las más singulares de la comarca, y pone de manifiesto la riqueza patrimonial y espiritual que aún pervive en las pequeñas localidades andaluzas. En Celín, este acto se ha transmitido a través de los años, y sigue siendo uno de los momentos más esperados por los vecinos y devotos.
Con actos como este, la Semana Santa de Celín no solo se reafirma como expresión de fe, sino también como un legado cultural vivo que fortalece los lazos comunitarios y la memoria colectiva del municipio.