La Guardia Civil ha detenido a un hombre en Puebla de Vícar que había acumulado un auténtico arsenal de explosivos y materiales para su fabricación en el garaje de su domicilio y sin ningún tipo de medidas de seguridad. La llamada Operación Plebles ha permitido intervenir más de
150 kilos de precursores de explosivos y productos químicos para su
elaboración, 100 metros de mecha, 200 cerillas eléctricas (detonadores) y 28
artificios artesanales.
La investigación de la Guardia Civil se inició a raíz de otra operación
anteriormente desarrollada en la provincia de Sevilla, donde se detuvo a otra
persona por hechos similares. Fruto de esa operación, los agentes pudieron
constatar que el ahora detenido había realizado compras en países del Este de
Europa de sustancias precursoras tales como clorato potásico y perclorato
potásico, cuya adquisición está prohibida a particulares en la Unión Europea.
Continuando con las indagaciones, los agentes registraron la vivienda de
este individuo, hallando almacenados en el garaje 82 kilos
de precursores de explosivos, 69 kg de otras sustancias químicas también
empleadas para su fabricación ilegal, 100 metros de mecha y 200 detonadores, así como 28 artificios pirotécnicos de grandes
dimensiones fabricados artesanalmente a base de las mezclas explosivas.
Como concretan a D-CERCA desde la Unidad Central Especial (UCE) del instituto armado, el detenido, de nacionalidad española, responde a un perfil tipo "personalidad inquietante", es decir, un individuo "con una gran afición por estas actividades" y que puede llevarlas al extremo, pero no con el objetivo de provocar daño a nadie, sino "para experimentar" y aprender. Se le imputan los delitos de fabricación ilegal y depósito
de explosivos, así como de riesgo provocado por su alamacenamiento.
Una de las mayores operaciones en España contra los explosivos caseros
En la Dirección General de la Guardia Civil aseguran que la Operación Pebles ha supuesto una de las mayores incautaciones de precursores
de explosivos realizada hasta el momento en nuestro país por la Guardia Civil,
junto con la realizada en marzo de 2023 en Montmajor (Barcelona), donde se
desarticuló un taller clandestino de fabricación de explosivos, en el que se
intervinieron casi 500 kg de sustancias químicas y precursoras de explosivos.
Con todas las sustancias que había acumulado en su garaje, esta persona podía elaborar distintos tipos de mezclas
explosivas como cloratita o pólvora, e incendiarias como la denominada termita.
Los precursores de explosivos son sustancias químicas que, a partir de
determinadas concentraciones y mezcladas entre sí o con otros productos son
susceptibles de utilizarse para la fabricación casera e ilícita de explosivos, por
lo que su comercio, adquisición, tenencia y uso están rigurosamente
controlados para evitar su desvío a fines ilícitos, violentos o terroristas.
Para su legal adquisición en nuestro país es necesario contar previamente con
una licencia que otorga el Ministerio del Interior a través del CITCO, que es el
Punto de Contacto Nacional en materia de precursores y con el que la Guardia
Civil trabaja estrechamente en esta materia. Este exhaustivo control hace que
personas, como el ahora detenido, traten de adquirir estos precursores en otros
países fuera de la Unión Europea.
D-CERCA