Celín celebra con devoción y arte su tradicional festividad del Corpus

Celín celebra con devoción y arte su tradicional festividad del Corpus

Las calles de Celín se convirtieron en un verdadero recorrido de arte efímero y espiritualidad

El pasado domingo, el pueblo de Celín volvió a vivir con emoción y fervor su tradicional festividad del Corpus Christi, una cita muy esperada por vecinas y vecinos que, año tras año, mantienen vivas las costumbres, la fe y la riqueza cultural de esta celebración. Como es habitual, la parroquia de San Miguel de Celín conmemoró el Corpus coincidiendo con la Octava de la solemnidad, una tradición local que permite evitar la coincidencia con los actos litúrgicos de la parroquia vecina de Dalías, garantizando así la participación plena de la comunidad.

Las calles de Celín se convirtieron en un verdadero recorrido de arte efímero y espiritualidad. Seis altares, cuidadosamente elaborados por los propios vecinos, ofrecieron un impresionante despliegue de creatividad y devoción. Cada uno de ellos fue adornado con esmero, utilizando flores naturales, maceteros de los huertos y paseos, y detalles artesanales que reflejan la identidad y el compromiso de quienes los levantaron.

El cortejo procesional, acompañado por cánticos, incienso y la presencia del Santísimo bajo palio, recorrió las calles del pueblo haciendo parada en cada uno de los altares. Niñas y niños ataviados con trajes de Primera Comunión participaron en el desfile, lanzando pétalos de flores a su paso, mientras los vecinos y visitantes contemplaban con respeto y emoción el paso del Señor.

El alcalde, Francisco Lirola, participaba acompañado de la concejal de cultura María Dolores Gómez, y ponía de manifiesto que “este año, como en anteriores ediciones, se pudo sentir el cariño y la dedicación de todo un pueblo que no solo conserva la tradición, sino que la enriquece cada año. La participación activa de los vecinos en la elaboración de los altares y engalanamiento de las calles y la organización de los actos litúrgicos evidencian el profundo arraigo de esta fiesta en la vida de la comunidad”·.

La festividad del Corpus de Celín no solo es una manifestación religiosa, sino también un acto de unión vecinal y de conservación del patrimonio cultural inmaterial. En un mundo cada vez más acelerado, Celín ofrece un ejemplo de cómo la fe y las tradiciones pueden seguir siendo el alma de un pueblo.