Gabriel Amat mantiene los toros en Santa Ana como emblema de España

Gabriel Amat mantiene los toros en Santa Ana como emblema de España

Gabriel Amat, alcalde de Roquetas de Mar, sigue manteniendo las corridas de toros como símbolo de españolidad

Ver una corrida de toros en los festejos de Santa Ana tiene una carga emocional muy definitoria de lo que es la defensa de la Fiesta Nacional de la Tauromaquia como ejemplo de españolidad.  La bandera de España en el centro del ruedo, los acordes del himno nacional, el respeto a la autoridad y la puntualidad del inicio del festejo.

La celebración de la fiesta de los toros se ha mantenido firme en Roquetas de Mar muy a pesar de las presiones que han venido ejerciendo los antitaurinos, no obstante, en los últimos tiempos se han intentado atacar todos aquellos símbolos que reforzaban la imagen de lo español y, muy posiblemente con el argumento del maltrato animal, la fiesta de los toros ha sido uno de los elementos básicos de esa denostada lucha contra lo español. 

Por otra parte, resulta cuanto menos llamativo que la fiesta de los toros en determinados sitios del país es verdaderamente intocable.  Es más, se convierten en un emblema de lo que es España y de la visión que se ofrece de nuestro país hacia el exterior.  La mayor prueba del uso de los toros como reclamo turístico son las fiestas de San Fermín que tienen lugar estos días en Pamplona.  A ninguna formación política con cierto prestigio se le ocurre levantar la voz en contra de la celebración pamplonica.  Hasta la televisión pública española retransmite los encierros pamploneses a diario a pesar del estrés al que se someten a los animales rodeados de miles de personas gritándoles. Aun así, miles y miles de personas defienden los encierros y la posterior fiesta de la corrida de toros con motivo del patrón de Pamplona.

Con toda la “guerra” que se puso en marcha en su momento contra la tauromaquia se ha podido ver que detrás de todo lo que se ha dicho hay un mundo bastante vacío de ideas para simplemente denostar la imagen de algunos de los símbolos que han caracterizado siempre a España. La lógica no se aplica en la defensa de este animal porque todos sabemos que si el toro bravo no se lidia y muere en la plaza nadie se va a preocupar de la evolución de este animal, de su crianza y del cuidado del mismo, simplemente porque para conseguir carne de vacuno hay otras especies que la ofrecen de mayor calidad y son mucho más rentables para sus ganaderos.

Con la batalla contra la tauromaquia está pasando algo parecido a lo que estamos viendo ahora sobre la prostitución.  Hemos visto cómo políticos que están apoyando la abolición de esta práctica sexual tienen junto al documento que desarrolla esa ley el catálogo de prostitutas de alto standing que van a contratar después de la sesión, puro postureo.

Todos los que conocemos a Gabriel Amat y sabemos su determinación a la hora de tomar decisiones, mucho nos tememos que mientras este alcalde siga presidiendo el ayuntamiento roquetero, los toros serán un emblema de España en la Plaza de Los Bajos para gozo y disfrute de los aficionados taurinos.


D-CERCA